TEMPERAMENTO DE ESTRELLA...
FOTO: GOOGLE Cuando mi mirada regresó a la dueña de esos labios rojos, se cruzó con la de ella y, aun ahora, no sé cómo describir su expresión. Confieso que me impresionaron sus ojos, profundos y expresivos, unos ojos que más que mirar, parecían destellear con verdadera pasión, con una intensidad desconocida para mí por lo menos en aquellos días, resultaban tan subyugantes que tuve que esforzarme por mantenerle la mirada. Estoy convencida, aun ahora, de que ese efecto lo nutria lo que siempre se ha llamado el conocido «temperamento de artista». Después de todo, una actriz no se catalogaba como una verdadera estrella sin esa dosis letal de tormento, tragedia, misterio y victimismo recalcitrante. Todo lo que he descrito anteriormente estaba enmarcado por un par de cejas perfectamente delineadas, que manejaba con soltura, consiguiendo que se arquearan con gracia a su voluntad. No tengo duda de la belleza de esta mujer, a pesar de que la frescura de la juventud hacía tiempo que...