UN PEQUEÑO RELATO..7. UNO..DOS...TRES...

FOTO. GOOGLE.




Uno...dos...tres...
Sus manitas pueden percibir el frío metal a través de su infantil piel.

Con sorprendente rapidez, Aleksei, es capaz de montar un arma.
Ocho...nueve...diez.
Necesita ser de los primeros, ser el elegido. Hay es el día que todos esperan con verdadera ansiedad. Once...doce...trece...y catorce.
Son los segundos que necesita para hacerlo. No puede evitar sentirse orgulloso porque es de los primeros en el entrenamiento semanal en el colegio. 

No duda ni un segundo en hacerlo. Más tarde, si lo consigue, le llevaran a hacer pruebas con munición real. Su pequeño corazón no cabe en su pecho, para él es todo un honor. No siente ningún miedo. No le preocupa que el arma pese más que él, ni el dolor que pueda llegar a sufrir con el retroceso del disparo, que seguramente acabará tirándolo al suelo.
Aleksei tiene nueve años.

Un grito sordo le hace despertar de su sueño. Está empapado en sudor frío. Se incorpora con un movimiento rápido para poder recobrar el aliento. Una mano cálida se posa en su espalda. La mano de su mujer intentando tranquilizarlo. El pasado resurge una y otra vez, todas y cada una de las noches.

Un gélido escalofrío le recorre todo el cuerpo. Puede percibirlo tan real que siente que todavía está allí. En ese momento, con auténtica disciplina de soldado, comienza sus ejercicios de auto control. Despacio, suavemente, en cada respiración va encontrando el dominio sobre sí mismo.

Vuelve a tumbarse y se gira, Sonia duerme, y siente ternura al comprobar que lo ha consolado con un simple reflejo. Está acostumbrada. Aleksei, con la cabeza apoyada en el brazo que tiene sobre su almohada, la observa en silencio. Ella es la única razón por la que ha encontrado sentido, si alguna vez lo había tenido, a su vida.

Sus ojos se recrean en su imagen. Sus parpados cerrados.  Su preciosa y cálida piel. Su boca, que tiene el poder de traducirle de la forma más dulce, el sentimiento del amor. Su respiración, que en cada aliento puede borrar cualquier abominable sombra.

Con suavidad, le acaricia el hombro y su mirada se detiene en su mano, su propia mano. Una mano que ha sido capaz de matar sin contemplación. Sin en ningún momento pararse a preguntarse el porqué, que no ha tenido piedad ninguna en sesgar la vida de quien fuera, sin límites.
La cierra con tanta fuerza, que puede notar como sus uñas se clavan, rasgando su piel.

Unas pequeñas gotas de sangre empiezan a empapar la sábana y entonces, se levanta con mucho cuidado para no despertarla. Con pasos suaves, se dirige a la cocina. Su mente no consigue recobrar el color, le envía mensajes en blanco y negro, en blanco de gélida nieve. Puede hasta olerla; mientras que el sonido de ecos de unas voces que hablan en su idioma, retumban en su cabeza.
Desesperado, se lleva las manos a la cabeza para intentar aplacarlas.

Mientras que con movimientos mecánicos se dirige hacía el armario donde la tiene oculta.Hace mucho tiempo que no la coge y, por eso en ese momento, permanece unos instantes observándola antes de poner la caja sobre la mesa de la cocina y sentarse.

Uno...dos...tres...
Con una maniobra de extraordinaria rapidez, la monta.
Cuatro...cinco...seis...
La sujeta con la mano derecha.
Siete...ocho...nueve...
Una lágrima empieza a emerger de su lagrimal y resbala por la sudorosa piel de su rostro.
Once...doce...trece...y...

En ese momento, el ruido de unos pequeños pasos le hacen volver a la realidad y una preciosa cara con unos enormes ojos azules y somnolientos, se asoma por el marco de la puerta.

- Papi...no puedo dormir...tengo sed.

Catorce. 


Comentarios

  1. Bea.. una muy dolorosa e incomprensible realidad nos trasmite tu relato. Un niño, ya un hombre que sufre con el recuerdo de una infancia
    cruel. Ni conciencia todabia tienen esas pequeñas almas q. sostienen en sus manos. No un juguete, sino un elemento mortal.El tiempo pasa y el Hombre no comprende el significado de este acto.
    Besitos amiga.

    ResponderEliminar
  2. Suerte que apareció esa preciosa cara.
    El relato es impactante.
    Muy bueno.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. La base de la historia es sorprendentemente verídica. Es una de las "anécdotas" que recientemente he tenido la oportunidad de escuchar.
    Si no la entendí mal, hasta el año 2001, era una practica normal en los colegios de Rusia.

    La vida materialmente no deja de sorprenderme...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Me gustaría...me gustaría que fuera un error...

    ResponderEliminar
  5. Hola Beatriz. Te he visto en el Blog de Rombo, y he pasado para leerte. Me gusta mucho tu blog. Yo hoy he abierto uno y esto un poco como probando, ya que nunca lo había hecho. Besitos.

    ResponderEliminar
  6. La palabra va ganando intensidad y color para permear al lector de emociones encontradas. Buen relato. Ficcionada realidad de muchos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Vaya relato !!! Lo cuentas de una manera asombrosa... que hace a uno meterse en la historia. Bravo. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. Me distraje.
    Volveré, sabes que cumplo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Ya sé que me parezco a Terminator, pero es un estilo que me gusta. Podría parecerme a los de la guerra de las galaxias, pero ellos no dicen con ese aire de chulería: "HASTA LA VISTA" o "I´ll BE BACK".

    Bueno que tengo que hacerme algo de comer.

    ResponderEliminar
  10. Te aplaudo admirada, querida Bea :)

    Nos has hecho contar y visionar las piezas del arma, nos has metido la angustia hasta imaginar un final trágico que, gracias a esa vocecita de ojos azules, no ha sucedido. Eres una gran narradora, mi niña preciosa.

    dos besos y un abrazos

    ResponderEliminar
  11. Reflejas muy bien la cruda realidad de muchos seres que han pasado por esas circunstancias: las pesadillas, la culpa, el desear la muerte. Pero tu le has salvado: el niño de los ojos azules... en el que puede proyectar la luz inmaculada de lo que el no pudo ser.

    Un beso.
    Mercedes

    ResponderEliminar
  12. Mi Bea: Has llenado tu interior con una terrible y verídica historia para volcarlo en relato con un estilo inconfundiblemente tuyo, una mezcla, una amalgama de esa ternura sutil e imperceptible a veces a la vista si no es por que nos la desvelas (como cuando hablas de la misma mano que acaricia y ha sido sicaria) y el sobrecogedor pasado que no abandona la escena y promete convertirse en fantasma. Todo ello narrado de forma intrigantemente sobrecogedora,... esos números del final seguidos del rostro de un ángel han marcado un rítmo concluyente apoteósico.
    Me ha encantado.

    Uf! Me he contenido para comentar el texto, pero ahora sí: Mi Bea, al fin te he podido abrazar!!! No me lo puedo creer todavía! Y lo más alucinante es que nos veníamos mirando desde hace una temporada! Diciendonos lo que nos queremos aquí y mirándonos en la distancia en la vida real!! Qué bonito lo que nos pasó ayer, Bea!! Que voz de ángel, que cristalina...

    Te quiero.

    ResponderEliminar
  13. The end took my breth away...el final me quitó el aliento. Estuve esperando que disparara, pero ese segundo que es capaz de salvarnos y hacernos continuar...Marcó una gran diferencia la preciosa cara de ojos azules que llegó con sed. Yo no lo habría hecho tan hermoso. Lo habría matado con su propia mano al final...Pues pienso que la vida nos da esa sensibilidad y esos momentos de pena para continuar viviendo muertos. Sin embargo, aparte de lo que es mi manera de pensar y de cómo lo habría hecho yo, sin duda tu relato qué de lujo y me gustó mucho.

    Un abrazo querida Beatriz, tu nombre es precioso, junto con el de Catalina, que también me gusta, pues así se llamaba mi bisabuela.

    Cariños, corazón, y que pases lindo domingo.

    Andri

    ResponderEliminar
  14. Ay, no digo que te llames Catalina...digo que me gusta junto con el de Catalina. Ya ta, me voy.

    ResponderEliminar
  15. Bea, me ha encantado. Magnífico y tenso relato con un sorprendente y no por inesperado menos brillante y luminoso final.
    Un beso muy grande,
    Miguel

    ResponderEliminar
  16. Bea. Muy bueno el relato, captaste mi atencion del principio al fin.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Bea
    un buen relato impactante y te lleva hasta un buen final, me gusta mucho, besos

    ResponderEliminar
  18. El relato es impactante y la historia muy muy dolorosa, lo has escrito impecablemente, haciendo sentir cada una de las emociones. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Hola, que impactante historia, y es que la realidad supera la ficción…
    La vida nos depara situaciones en las que no hay mas remedio que adaptarse, es supervivencia, es la vida misma.
    Muchas gracias por tu post, hace falta saber de todo, aunque sea tan doloroso. Un beso.

    ResponderEliminar
  20. hola como estas, hay un premio para ti en mi blog, que tengas buena semana.
    besitoss

    ResponderEliminar
  21. Uffffff,mi Bea,me tocaste muy dentro,ese dolor lo percibo cómo mío y no me gusta.El relato magistral.
    Mi abrazo amoroso.
    Morgana.

    ResponderEliminar
  22. Bea, Mi Bea, ahora también te pongo apellido:

    Bea de Luxe

    Besos y más que te besaré.

    ResponderEliminar
  23. Preciosa y delicada manera de escribirlo.

    ResponderEliminar
  24. Menos mal que aparece la hija al final... Ya me temía lo peor ^^

    Aunque no es muy alegre la historia no acaba tan mal como las ultimas que he leído... Aunque creo que esta es anterior no?

    Tienes que dar un giro de 180* grados!

    ResponderEliminar
  25. Suerte que acaba bien...
    Ufffffffff

    Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares