MI ROCÍO.
Cuajados de polvo de estrellas,
tus ojos de niña
me devuelven las miradas.
Poseedora de un pequeño cuerpo,
con voluntad infinita,
diriges tu mirada eterna
hacia tus pies.
Rocío, mi Rocío,
mi niña del agua,
como sirena nadas
libre en ella, sin atadura.
Paso a paso,
con constancia dolorosa,
te comes la vida,
con hambre de niña.
Tus pies, si tus pies,
se mueven...
Una sonrisa te ilumina...
mi corazón embargado,
se llena con tu luz de estrella.
Este post, es para ella. Mi pequeña Rocío. Una niña de fuerza inconmensurable. Luchadora como pocas...
Precioso Bea, tus palabras trasmiten el amor.
ResponderEliminarUn beso
Preciosos versos para una preciosa -casi- mujer :)
ResponderEliminarabrazo
Es uno de los poemas más bellos que he leído de una madre a su hija.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos esta faceta de tu corazón.
Besos indomables.
Gracias a las tres, pero no es mi hija. Es mi sobrina. Ella nació prematura, pero en la incubadora pasó un virus, que le afectó sobre todo el sistema motriz.
ResponderEliminarDeciros que sin lugar a dudas me tiene robado el corazón...
Un beso
Bello. Muy bello.
ResponderEliminarTiernos y sentidos versos.
Rocío.Tu niña del agua:un sol!
Abrazos.
Gracias, Carmela
ResponderEliminarBienvenida a mi rincón.
Un saludo con cariño.
Precioso el poema que le dedicas lleno de un cariño inmenso .. Me ha encantado.. como su tenaz lucha .. Dale un enorme abrazo de mi parte y para ti.. otro lleno de calidez
ResponderEliminar¡Cuanto amor reflejan estos versos! ¡Cuanta fuerza! ¡Cuanta sensibilidad!
ResponderEliminarQue sus pies sigan moviéndose.
Un abrazo